T E R U E L

Conjunto declarado por la Unesco Patrimonio de la Humanidad


Uno de los máximos logros del arte mudéjar aragonés son sus magníficas torres-campanarios. En la ciudad de Teruel se edificaron dos de las obras más antiguas del mudéjar aragonés: La torre de la Catedral y la torre de San Pedro.

La torre de la Catedral de Teruel se construyó entre 1257 y 1258. Estuvo adosada a la antigua iglesia de Santa María de Mediavilla, obra de estilo románico totalmente enmascarada por la obra actual. Esta torre inicia y define las características peculiares de las torres mudéjares turolenses. Como motivos ornamentales merecen especial mención: los arcos de medio punto entrecruzados y los frisos de esquinillas decorados con tubos de cerámica vidriada. Estos dos motivos y el uso del alfiz se pueden considerar herencia del arte musulmán, mientras que su estructura, disposición, composición en franjas y solución del cuerpo de campanas están claramente anclados en la tradición occidental cristiana.
Situación: Pza. de la Catedral, 1
Telf: 978 61 80 16
Web: www.patrimonioculturaldearagon.es

La torre de San Pedro es fiel seguidora de las ideas propuestas por la de la Catedral: torre-puerta de planta cuadrada y decoración con arcos de medio punto entrecruzados, vanos abocinados en arco de medio punto y piezas de cerámica vidriada verdes y moradas.

TORRE DE LA CATEDRAL y
TORRE DE SAN PEDRO

Catedral de Teruel

TORRE DE SAN MARTIN

Torre de San Martín

Entre las primeras torres, de planta cuadrada, de la "época de esplendor" destacan las de San Martín y El Salvador de Teruel.

La Torre de San Martín se construyó entre 1315 y 1316, siendo juez Juan de Valacroche. A mediados del siglo XVI fue reformada por Quinto Pierres Vedel, y a lo largo de este siglo ha sido objeto de nuevas restauraciones.

La Torre de El Salvador es fiel continuadora de las ideas propuestas por la de San Martín (datándose entre la segunda y la tercera década del siglo XIV). Su cronología más tardía se refleja en una serie de mejoras estructurales (se eleva sobre una bóveda de crucería y no de cañón apuntado como la anterior), y en un mayor desarrollo de los grandes paños decorativos.
Situación: C/ El Salvador, s/n
Telf: 978 60 20 61
E-mail: info@teruelmudejar.com
Web: www.teruelmudejar.com

TORRE DE EL SALVADOR

Torre de El Salvador

TECHUMBRE
CATEDRAL DE TERUEL

Techumbre de la Catedral de Teruel

Una de las actividades más destacadas del arte mudéjar es la carpintería. Se desarrolla en un gran número de campos: grandes techumbre, puertas, ventanas, aleros, muebles, etc. Destacando entre las techumbres de madera los característicos alfarjes (techumbres planas con vigas vistas), con una amplia difusión en la arquitectura civil y palatina.

La obra fundamental de la carpintería mudéjar es, sin duda, la techumbre de la Catedral de Teruel. Su interés se basa tanto en la estructura como en el amplio programa iconográfico desarrollado en su decoración pictórica. Llama poderosamente la atención la gran riqueza y variedad de su iconografía, en la que conviven temas religiosos y profanos (aunque la finalidad última del conjunto sea religiosa): caballeros, escenas de cacería, luchas contra monstruos, menologio, oficios, etc.

Durante el siglo XVI y en las primeras décadas del XVII la escultura aragonesa va a alcanzar un interés y calidad extremos. Y es precisamente en los retablos donde se va a plasmar con mayor contundencia las nuevas ideas artísticas.

La obra fundamental de la escultura renacentista en la provincia de Teruel es, sin duda, el retablo mayor de la Catedral de Teruel - realizado por Gabriel Yoli, entre 1532 y 1536-. Está dedicado a la Asunción y se conserva con la madera en su color natural (sin policromía ni dorados). Sus figuras están dotadas de una gran fuerza expresiva y patetismo (tradicionalmente asociada a la influencia de Berruguete).

RETABLO MAYOR
CATEDRAL DE TERUEL

Retablo Mayor

LOS AMANTES DE TERUEL

Amantes de Teruel

La leyenda dice: Diego -o Juan- de Marcilla e Isabel de Segura que, separados por la disparidad de su condición social, deben renunciar a su amor. Pero ambos prefieren arrastrar cualquier riesgo antes que negarse a él. Diego se alista en las mesnadas del rey Pedro II y parte a la guerra para luchar en Las Navas de Tolosa (1212) contra los almohades y mejorar su fortuna, e Isabel promete secretamente esperarle cinco años, pero, cumplida la fecha fijada para el encuentro, los padres conciertan su matrimonio con un noble, y cuando Diego galopa por la calle de Andaquilla, de regreso a su amada, mientras las campanas replican alborozadas, sabe que la ciudad está de fiesta porque Isabel va a contraer matrimonio.

Diego penetra en los aposentos de su amada para pedirle siquiera un beso, pero Isabel se lo niega, y el amante muere a consecuencia de ese desdén. Arrepentida, Isabel acude al templo en que van a celebrarse las exequias para darle el beso que le negó en vida y, reclinada sobre él, muere también, ante el escándalo y la repulsa de los asistentes, que pretenden apartarla del cadáver.

Fundación Amantes de Teruel
www.amantesdeteruel.es

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