FIESTAS DEL ANGEL

Fecha: El segundo domingo de julio, cerca de San Cristóbal

Toro ensogado

 

Dedicadas al Santo Angel, patrono de la ciudad, rememoran la legendaria fundación de Teruel por parte de unos caballeros aragoneses tras tomar la fortaleza musulmana a la que les condujo un toro bravo. El festejo más popular es el toro ensogado, que corre por las calles entre los quiebros de los mozos, especialmente el del lunes. Pero sobre todo, es una fiesta popular y callejera, con actuaciones, bailes, jotas, dances, tracas de fuegos artificiales y vaquillas.

Información: Ayuntamiento, 978 61 99 00.

LA PROFANACION DEL TOTEM, SIMBOLO DE OCCIDENTE

El animal totémico de esa tierra es Tauro, es un toro - o "torico", que es el diminutivo cariñoso con que denominan las cosas que aman-, y al torico se le rinde culto anual en las fiestas de "la Vaquilla del Angel", durante las que el toro se convierte en el protagonista de la vida turolense, un toro al que no se agrede, un toro al que no se daña, porque lo que importa no es acabar con su vida, sino afirmar la propia, demostrarse a sí mismo no ser menos; superar en bravura, destreza, fuerza y poder a ese padre temible: igualarse al dios. Se trata de un gesto de infinita rebeldía: se trata de un rito blasfemo de profanación al tótem.

En el curso de estos días, con los toros sueltos por las calles, los turolenses corren, persiguen, burlan y recortan, evitando la embestida de la fiera y, el ápice del riesgo y en la linde de la muerte, afirman estar vivos y proclaman su alegría de existir. Contemplar ese espectáculo acodado en una empalizada, en el alféizar de una ventana, o desde lo alto de un balcón, aboca a un abismo que nos enfrenta al más remoto pasado.

Los lidiadores de Teruel, los recortadores de Teruel, intentan burlar al Minotauro y porfían por salir del laberinto del dios astado. Los mozos turolenses son los oficiantes de la gran ceremonia de la profanación colectiva en que se cimenta esa cultura que, en un intento delirante de universalización, se ha dado en llamar occidental, sin reparar en que no hay conceptos más irónicos y huidizos que los de Oriente y Occidente.

Esos jóvenes que muestran su rebeldía enfrentándose al mito invencible, para vencer luego todos los mitos, amparándose en esa suerte de religión que es la Tauromaquia, hacen pensar en si esa tauromanía será de origen cretense o si es acaso un invención ibérica. Burlar al toro es librarse de su poder y de su fascinante hechizo; es escapar del laberinto de Dédalo, que impide el libre vuelo de la libertad; es triunfar de todas la impotencias, porque en él se encarnan todas las jerarquías y poderes que no pueden alcanzar más que esos bravos muchachos, como aprendices de Teseo.

 

Plaza del Torico

Plaza Mayor de Teruel, presidida por el torico que le da nombre y sentido a la fiesta de La Vaquilla

 

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